miércoles, 28 de febrero de 2007

LA NATURALEZA Y SU PODER INEVITABLE

"Para exponer mi punto de vista al mejor estilo evangélico, voy a contarle la historia de un joven recién formado como pastor, tan inflexible en su fe cristiana que pretendía resolver toda cuestión moral con la lectura de la Biblia. Cuando visitó esa especie de catedral que es la selva aluvial brasileña, vio en ella la mano de Dios y anotó en su diario lo siguiente: "no es posible dar una idea cabal de los sublimes sentimientos de asombro, admiracion y devocion que inundan y elevan el espiritu ante este prodigio."
Eso escribió Charles Darwin en 1832, cuando apenas comenzaba el viaje del Beagle, mucho antes de pensar siquiera en la evolucion."

Por: Edward O. Wilson en su libro "La creación"